Muchas veces hemos escuchado a los pequeños empresarios decir la frase “Soy el dueño de mi negocio y el que administra las finanzas” y, ciertamente, en la práctica llevan así su emprendimiento. Sin embargo, estos pensamientos no son más que una bomba de tiempo y quizás hasta el factor del quiebre de muchas empresas.
La clave del éxito en un mercado muy competitivo consiste en estar permanentemente actualizados respecto a las normas tributarias, coyuntura social y política, toda vez que esto influye en el crecimiento económico del país. Ahora bien, otro factor muy importante es contar con el asesoramiento de los especialistas tales como un administrador quien ayudará a dirigir, planificar objetivos, evaluar los resultados, entre otros. Asimismo, es fundamental contar con el asesoramiento de un profesional en contabilidad, pues dará a conocer la situación financiera y sobre ello tomar decisiones que permitan el crecimiento económico de la empresa, sin dejar de mencionar que además será tu “héroe” ante la SUNAT.
El ente fiscalizador en temas tributarios (SUNAT), muchas veces, impone multas tributarias a emprendedores que ni siquiera cuentan con capital o fondos de reservas para afrontar estas situaciones y, como consecuencia, terminan con las cuentas bancarias embargadas o cobranzas coactivas. Cabe precisar que mientras más te demores en pagar las multas, mayor será el interés generado por la omisión tributaria, estallando de esta forma la bomba de tiempo mencionada inicialmente.
En síntesis, las personas que inicien con algún negocio por mas pequeño que éste sea, es trascendental que inviertan en asesoramiento de un profesional que les brinde el soporte en materia administrativa, ya que esto traerá muchos beneficios a mediano y largo plazo. De igual manera, permitirá que desarrollen su actividad económica en armonía con las disposiciones tributarias establecidas por el ente fiscalizador.
Una recomendación para las personas que desean emprender es que deben estar formalizadas, ya sea como persona natural con negocio o persona jurídica. De esta forma generaran confianza y podrán tener mayores posibilidades de posicionarse en el mercado y, además, lograr que los consumidores finales u otras empresas requieran de sus servicios.
Asimismo, con los impuestos que paguen al fisco, contribuirán con la recaudación y el Estado tendrá mayor liquidez para poder invertir en salud, educación, infraestructura y todo aquello que genere desarrollo para nuestro querido país.
Escrito por: Abdías Espinoza Montañez, Contador Público Colegiado 02-10641, del Instituto Tecnológico de la Producción.
