Pros y los contras de hacer negocios con amistades

Educacion ejecutiva
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Iniciar un emprendimiento con un amigo cercano parece una buena y tentadora idea para muchas personas, lo cual se ve reforzado por la compatibilidad de caracteres, la confianza de años y el conocimiento de las virtudes o debilidades de tu posible socio.

Sin embargo, diversos expertos advierten que mezclar negocios y afectos puede no terminar muy bien si es que no se sabe manejar.

Lo que en teoría parecería sencillo puede convertirse rápidamente en un acto de equilibrio emocional y logístico. A menudo, se dice que los negocios no son personales, pero cuando una relación profesional es con un amigo, las líneas se vuelven borrosas tarde o temprano.  Bartolomé Ríos, Chair de Vistage Perú, identifica los dos factores de riesgo principales al formar una sociedad con un amigo: el deterioro o la pérdida absoluta de la amistad y la toma de decisiones inadecuadas por estar cargadas de emocionalidad o parcialidad.

 Por ello, antes de iniciar una aventura emprendedora y mezclar asuntos de negocios con un amigo cercano, es fundamental asegurar que los socios compartan valores y propósitos. De haber discrepancias en torno a estos dos aspectos, se arriesga la calidad de la amistad y el futuro del negocio.

 “Se debe tener en cuenta tres dimensiones antes de decidir emprender entre amistades: el dinero, el poder y el protagonismo. La forma en que cada persona prioriza cada dimensión suele ser distinta; por lo tanto, un desalineamiento entre ellas será una fuente de riesgo tanto para la amistad como para los negocios", sostiene Ríos.

 Las reglas claras

 Por otro lado, contra todo pronóstico, conjugar "amistad y dinero" es un reto complejo para algunos, pero es la clave del éxito para otros. Según un estudio de Cass Business School, de Londres y Wharton School, de la Universidad de Pensilvania, el compromiso financiero de una empresa fundada entre amigos es mayor en tiempos difíciles.

 Antes de empezar un proyecto empresarial entre amigos, Ríos resalta la importancia de definir los criterios base, sobre los cuales se tomarán decisiones de negocio; tanto de dirección como de gestión, mediante un documento escrito y firmado por ambas partes. Este pacto debe abordar temas clave como la orientación estratégica, designación de directores independientes, inversiones o desinversiones, distribución de dividendos, definición de roles de los accionistas en posiciones ejecutivas, contrataciones de ejecutivos de alto nivel, determinación de sueldos y bonos, entre otros.

 Además, el asesor de empresas precisa que es vital entrenar las habilidades emocionales para equilibrar y separar el plano personal del de los negocios, porque tener una base de amistad no exime de tener discrepancias en el futuro. “Si los futuros socios no cuentan con habilidades como la escucha, la empatía, la tolerancia, el liderazgo humilde, una actitud meritocrática y la voluntad de trabajo en equipo, entre otras; la amistad y el capital penderán de un hilo”, puntualizó.