Emprender o recolocarse: ¿qué alternativas eligen los profesionales desempleados?

Educacion ejecutiva
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El impacto que dejó la pandemia repercutió en la fuerza laboral y en las oportunidades de empleo.

El INEI informó que más de un millón 200 mil personas quedaron desempleadas durante las primeras olas de la Covid-19; sin embargo, la creatividad y empuje de los peruanos emergió para enfrentar adversidades. Muchas personas decidieron emprender para generar ingresos y tener una actividad vigente

De acuerdo con Silvana Cárdenas, Directora de Right Management en ManpowerGroup Latam, el emprendimiento es una forma de autoempleo, que genera ingresos económicos y trae consigo efectos positivos como lograr trascendencia, independencia, flexibilidad, y poder cumplir objetivos o anhelos que, por uno u otro motivo, fueron postergados por el día a día laboral. Pero, ¿siempre suele ser un camino elegido por las personas desempleadas?

Emprender VS. Recolocación laboral:

Para Talent Solutions, firma especializada en outplacement de ManpowerGroup, el 55% de los profesionales en Perú deciden iniciar un programa de recolocación para volver a insertarse en el mercado laboral, sea en la misma posición o en nuevos puestos vacantes. Mientras que un 45% de ellos deciden iniciar un proyecto de emprendimiento. “En estas decisiones entran en juego factores como la edad (jóvenes, prejubilados), acceso y oportunidades en el mercado, o la necesidad de generar más ingresos”, añade Silvana Cárdenas.

La especialista en empleabilidad destaca que, de los profesionales que lamentablemente fueron desvinculados de sus empresas, el 80% tienen más de 50 años y decidieron desarrollar un emprendimiento. Existe otro grupo más joven, de entre 35 a 45, profesionales, técnicos y operarios que tienen proyectos de emprendimiento a todo nivel.

Recomendaciones antes de emprender:

Silvana Cárdenas, directora de Right Management en ManpowerGroup Latam, ofrece las siguientes recomendaciones para todas aquellas personas que desean iniciar un emprendimiento:

  1. No confiar en la intuición: más bien es oportuno realizar una investigación previa que respalde la viabilidad del proyecto.

  2. Identificar la necesidad a solucionar: ello implica conocer el perfil del potencial consumidor o target y elaborar una buena propuesta de valor a implementar.

  3. Mucha organización: trazar un plan guía y marcar los posibles hitos. Se requerirá perseverancia, resiliencia y creatividad.

“Aconsejamos también buscar siempre la asesoría de un especialista en outplacement, que ofrezca programas acordes a las necesidades de los profesionales, sean que estén pasando por un proceso de desvinculación, o que haya decidido iniciar un negocio. De esta manera, se definirá un planeamiento integral para que el profesional obtenga los resultados esperados”, concluye Cárdenas.