Honestidad y respeto a la institucionalidad es lo que necesitamos los peruanos para superar la situación crítica que afronta el país

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En el marco de una nueva crisis política, que agrava aún más la situación de inestabilidad en el Perú y sus efectos en el bienestar de la población, la CONFIEP y sus gremios asociados de la pequeña mediana y gran empresa, así como las cámaras regionales aliadas, invocamos al presidente de la República, Pedro Castillo, a respetar la institucionalidad en el país, la independencia de poderes, la Constitución y las leyes.

Por ello, es necesario recordar que la “denegación fáctica” no existe. A esto se añade que la constitucionalidad de la legislación referente a la regulación de la cuestión de confianza fue respaldada por el Tribunal Constitucional. Bajo estas condiciones, el uso de la “denegación fáctica”, como un mecanismo para fundamentar una potencial disolución del Congreso sería un acto arbitrario, ilegal, antidemocrático y atentatorio contra el equilibrio de poderes.
Este nuevo episodio nos demuestra la inviabilidad de gobernar en base a la repartición de favores y prebendas, priorizando intereses particulares. Han sido más de 70 ministros los que ha designado el gobierno en lo que va de su gestión, a lo que se suma el nombramiento de funcionarios que no cumplen con las calificaciones para ocupar los puestos, además de personas con cuestionamientos por delitos de terrorismo, asesinato, corrupción, abuso de menores, violencia contra la mujer, entre otros.

Como consecuencia de esta situación, la población es la más afectada ya que afronta un limitado acceso a medicinas vitales para el tratamiento de enfermedades complejas, como el cáncer; cuatro licitaciones fallidas para la compra de fertilizantes, poniendo en peligro la seguridad alimentaria; debido a la baja ejecución del presupuesto del sector educación, casi un millón de niños corren el riesgo de no retomar su educación post pandemia, según han advertido organismos internacionales. Además, el alza de precios de la canasta básica familiar, la precarización del empleo, con un aumento de la informalidad que llega al 76.8%; y la pérdida de competitividad, con una inversión privada que crecerá 0% este año. Todo ello, compromete el futuro del país.

En este contexto preocupa sobremanera el nombramiento de la Dra. Betssy Chávez en la Presidencia del Consejo de Ministros. La ministra tiene un historial de enfrentamientos con las otras fuerzas políticas, toma de decisiones unilaterales y acumula una serie de denuncias que deben ser esclarecidas. Este nombramiento se da cuando el Perú necesita más que nunca de una PCM que pueda generar las condiciones para un diálogo nacional.
Exhortamos al Presidente de la República a establecer un equipo ministerial sólido, integrado por profesionales capacitados, con experiencia y compromiso real de trabajar por el país. Honestidad y respeto a la institucionalidad es lo que necesitamos los peruanos para recuperar estabilidad y retomar la senda del crecimiento y desarrollo.