Perú utiliza solo el 5% del PBI para el cierre de la brecha de infraestructura

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En el marco de la situación que viene atravesando el país, una de las acciones que permiten contrarrestar el impacto de la pandemia, reactivar la economía y contribuir con el desarrollo del país, es el desarrollo de la infraestructura.

Según el Plan Nacional de Infraestructura y Competitividad (PNIC), existe una brecha de S/ 363 mil 452 millones en diversos proyectos de transportes, vivienda, salud, saneamiento etc. Sin embargo, esta cifra no incluye la calidad de la infraestructura, por lo tanto, es una cifra que podría superar dicho monto, así lo indicó Eduardo Gonzales, ex ministro de Transportes y Comunicaciones durante el webinar “Cierre de la brecha de infraestructura desde la perspectiva de los G2G”.

El PNIC es un esfuerzo por potenciar la competitividad desde la perspectiva sectorial. En esa línea busca cerrar el 30% del total de la brecha con 52 proyectos, que comprenden una inversión de USD 34, 956 millones, de los cuales 18 son APP autofinanciadas, 11 APP cofinanciadas, 17 son obras públicas y 6 proyectos en activos.

“Tenemos que impulsar todos los modelos de contratación. La experiencia de los contratos Gobierno a Gobierno son vitales y aplicables para proyectos de gran magnitud y complejidad, ya que permiten que se puedan ejecutar las obras en el menor tiempo y al mejor costo. Este modelo tiene componentes adicionales como la innovación y transferencia de conocimientos, que posterior a la ejecución de la obra, queda”, enfatizó Gonzales.

Con relación a la inversión realizada, Luis Robas, gerente de Control de Megaproyectos de la Contraloría General de la República mencionó que el PNIC indica que para cerrar la brecha de infraestructura con obras de calidad se necesita un 4% del PBI. Si bien el Perú al año destina alrededor del 5%, el problema es que no necesariamente se utiliza todo ni se utiliza bien. Por ello el gran reto es saber ejecutar infraestructura pública.

“Mientras todas las partes, la entidad contratante, el privado, la Contraloría, cualquier actor, incluso los stakeholders como la clase política no generemos confianza en la manera cómo vamos a desarrollar infraestructura, estos van a ser no colaborativos y adversariales. Eso trae, lamentablemente, que los proyectos se ralenticen y en el extremo, que no se ejecuten. Ahí el más perjudicado es el ciudadano” destacó Robas durante su participación en el evento organizado por el gremio de Construcción e Ingeniería de la Cámara de Comercio de Lima (CCL).