La educación en nuestro país tiene tareas pendientes y las cifras lo resaltan. Por un lado, a cada hora, 14 niñas y niños dejan de estudiar, siendo los problemas económicos o familiares, una de las principales causas.
Por otro lado, y frente a este panorama, Perú es uno de los tres países de Latinoamérica cuyos planes educativos no tienen metas y es uno de los seis países con menos presupuesto para la educación en la región, según UNESCO. En este sentido, garantizar la educación de calidad en nuestro país, debe ser una prioridad y por ello, es importante generar planes de acción que nos ayuden a cumplir los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Es así como desde el 2019, la red de empresas Perú Sostenible en alianza con el sistema de Naciones Unidas en Perú, promueven las Mesas de Acción por los 17 ODS: espacios de articulación multisectorial para profundizar en los retos de cada objetivo y activar el trabajo colectivo. Su propósito es identificar barreras y proponer soluciones accionables, basados en estadística y prioridades nacionales, así como la evaluación del tipo de contribución que puede realizar el sector privado para cumplir los desafíos del desarrollo sostenible.
En ese contexto, en la Mesa de Acción del ODS 4: Educación de Calidad, se busca promover y optimizar el apoyo del sector privado para aportar al cierre de brechas educativas en el sector rural.
“El ODS 4 incluye los términos ‘calidad y equidad’ en la meta que asegura el acceso universal a la educación. Esta inclusión no es solo un parafraseo, es poner en vitrina y como eje de la Agenda 2030, dos condiciones necesarias para que la promesa de transformar la vida de las personas y la sociedad que ofrece la educación, sea real y no retórica. Sin calidad y equidad, nuestras brechas más importantes en educación en la región, la justicia, la paz y las oportunidades de desarrollo y cambio estarán siempre en riesgo. A través del cumplimiento del ODS 4, es decir, del cierre de brechas educativas, podemos encontrar un agente dinamizador de la Agenda 2030, siendo el impacto de la educación crucial para lograr una sociedad más inclusiva y equitativa.” -comentó Guiomar Alonso Cano, Representante a nivel país de UNESCO.
Para lograr los objetivos, se establecieron 3 rutas de trabajo: estudiantes, docentes/directores e infraestructura en el ámbito rural. En el primero, se busca el desarrollo de habilidades socioemocionales y formación de ciudadanía y valores. En el segundo, el fortalecimiento de competencias profesionales, competencias digitales y de la gestión de los docentes/directores. Y por último, el eje de infraestructura busca impactar en el equipamiento de escuelas, servicios básicos y acceso a internet/tecnología digital.
Alfonso Bustamante, Presidente de la CONFIEP, aseguró que “solo con educación de calidad podemos generar profesionales aptos y competitivos. Las empresas están compuestas por personas y de su trabajo depende el progreso de ellas y de la sociedad en su conjunto; entonces, la base de todo es una buena educación que tiene que darse desde el nivel inicial hasta el superior, a fin de construir un Perú más inclusivo y con más oportunidades para todos”.
