La segunda vuelta nos transporta a un escenario menos difuso que la primera.
Están al frente dos candidatos que, por formación y tradición, no van a buscarle tres pies al gato en materia económica. De hecho el modelo económico instaurado en el país, seguirá vigente salvo algunas variantes de forma más que de fondo que propongan los respectivos equipos de cada tienda política.
Pero lo sustantivo no deberá sufrir modificaciones trascendentes. Si bien la señora Keiko asimiló, seguramente, exposiciones de primer orden cuando estudiaba administración en la reconocida universidad de Harvard, eso simplemente subyace en el plano teórico más no en el aplicativo o práctico, en lo que a ella respecta. Sus enemigos políticos le espetaban cada vez que tenían ocasión, de que “nunca trabajó en nada que le depare experiencia para conducir al país”. Ciertamente, aunque Keiko se defiende siempre señalando que tuvo experiencia en Palacio y luego conduciendo su partido, hoy denominado Fuerza Popular.
PPK, por el contrario, es un zorro viejo de la política económica. Su trajín por varios gobiernos, tanto en el campo energético como en el de la economía y las finanzas, amén de su trayectoria empresarial, tanto nacional como internacional, lo sitúan en una posición ventajosa y por varios cuerpos. En cuanto a seguridad, habría que recordar que Keiko se codbija bajo el paraguas de su padre, quien condujo las acciones para desmembrar y derrotar finalmente al flagelo terrorista de Sendero Luminoso, a la sazón el pilar, con leguas de distancia, de la inseguridad y la insania que soportaron gran parte de los peruanos.
Pero Keiko, directamente no parece estar muy premunida para alzarse en este campo. Además, no se le conoce de cerca un equipo cualitativo en ese menester, salvo el general ® Miyashiro. PPK en cambio, dio una vuelta de timón al sumar a varios de sus especialistas, entre ellos los ex ministros Rospigliosi y Costa, el de Renzo Reggiardo, quien precisamente, desde un casi cruento atentado a su familia, enfocó de lleno su trabajo a estudiar todos los vericuetos que tienen que ver con la seguridad ciudadana.
En lo que compete a la corrupción, seguramente será el rubro que más afectará a la lideresa de Fuerza Popular, por el pasado paterno. PPK, en cambio, parece no tener nada en la alforja que le perturbe en este aspecto.
