Actualmente el país viene enfrentando una recesión económica que trae aumenta los desafíos sociales, como el desempleo, la pobreza y la falta de acceso a servicios básicos.
Sin embargo, a pesar de un panorama desolador, los emprendimientos sociales juegan un rol importante para impulsar la economía local mediante proyectos sostenibles que generan un impacto positivo en la sociedad.
Considerando el rol importante que tienen los emprendimientos sociales en el Perú, el Fondo Emprendedor convocó a empresas sociales a nivel nacional con el propósito de elegir entre ellas a las que conformarán su portafolio; para brindarles asesoría profesional estratégica, capacitación y financiamiento directo, diseñado a medida, a lo largo de al menos 18 meses.
En esta edición, tras meses de evaluaciones, se seleccionaron a las cuatro empresas peruanas con impacto social ganadores (Caxacori, Away Pallay, Inkao Perú y Donantes de sangre), quienes recibirán un financiamiento de al menos S/. 150,000.00 mil en la forma de (1) donación revolvente; (2) préstamo blando; y/o (3) grants; además de capacitaciones personalizadas dirigidas al equipo de dirección de cada empresa, a través de talleres a cargo de mentores reconocidos y aliados institucionales del programa.
“El ecosistema emprendedor todavía encuentra diversas barreras para su crecimiento; sin embargo, aún es posible hacer negocios de manera más consciente, más inclusiva y sostenible. En esa línea y para contribuir con el desarrollo del país, mediante el apoyo e impulso del emprendimiento social, en la Fundación Wiese lanzamos la segunda edición del programa “Fondo Emprendedor”, porque creemos en el poder de los emprendedores y sus negocios, como generadores de identidad y desarrollo socioeconómico para los peruanos”, señala Ingrid Claudet, gerente general de Fundación Wiese.
Negocios innovadores: Emprendedores
El emprendedor peruano se caracteriza por ser resiliente en momentos de incertidumbre y por manejar la innovación como principal factor para identificar oportunidades de negocio, pero, además, destaca su compromiso por generar un impacto social desde sus negocios, como es el caso de los cuatro emprendimientos ganadores del “Fondo Emprendedor”:
Caxacori: Es un ejemplo destacado de cómo una empresa de moda puede abordar la sostenibilidad y el impacto social de manera holística. La empresa ha establecido una asociación colaborativa con las comunidades Awajún para promover la recolección sostenible de látex de los árboles de shiringa y utilizarlo para la creación de productos de moda, en lugar de talar los árboles para obtener madera u otros materiales no sostenibles.
Away Pallay: Este emprendimiento trabaja de la mano de tejedoras altoandinas del Cusco ofreciéndoles no solo una fuente de ingresos, sino también un lugar donde puedan expresar su arte y cultura, a través de sus tejidos y se enfoca en la preservación y promoción de las técnicas y diseños ancestrales de la región. Actualmente, trabajan con dos comunidades altoandinas en la región de Cusco, Perú: Challwaccocha y Acchahuata, ofreciéndoles herramientas y recursos para que puedan desarrollar sus habilidades y mejorar sus productos.
Inkao Perú: Empresa liderada por mujeres que se dedica a ofrecer productos innovadores y de alta calidad derivados del cacao y chocolate. Trabajan de la mano con los agricultores del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM) para promover la producción del cacao criollo como alternativa al cultivo ilícito de la hoja de coca.
Asociación Peruana de Donantes de Sangre: La Asociación Peruana de Donantes de Sangre (APDS), fue fundada en 2014 con el objetivo de promover la donación de sangre de forma voluntaria, de calidad y no remunerada. Para lograr este objetivo, la asociación cuenta con 2 buses que recorren todos los distritos de la capital, los cuales tienen una infraestructura segura y cómoda para los donantes y el personal de salud que está presente en cada momento.
“Es importante considerar a esos proyectos cuyo fin no es el lucro, sino generar un impacto social; precisamente ese tipo de emprendimientos requieren además de un financiamiento, la mentoría y asesoramiento profesional estratégico para impulsarlos y hacerlos sostenibles“ agrega Ingrid Claudet, gerente general de Fundación Wiese.
