A setiembre de este año había 47.300 más desempleados en Lima comparado con el mismo período del año anterior. A la fecha suman 321.700 la personas que buscan trabajo y no lo encuentran. El 55,5% son mujeres y 44,5% hombres.
La causa central del desempleo es la fragilidad de la economía peruana que, de acuerdo al INEI, afecta más a las mujeres y a los trabajadores jóvenes no calificados. El bajo nivel educativo genera un mayor desempleo pues las empresas, en estos tiempos de tecnología de la información, busca gente competitiva, con grado académico y experiencia laboral. Es casi regla general que mientras mayor sea la oferta de un trabajador, como el caso de los que tienen educación básica, va a ser más fácil para las empresas deshacerse de él y luego recontratarlo si lo vuelve a necesitar.
Hablamos, por cierto, de que una persona con escasos conocimientos es susceptible de ser desplazada. Pero hay otro grupo de jóvenes que no estudian ni trabajan y son conocidos como ‘ninis’. Se trata de una población en riesgo de caer en actividades delictivas. En las planillas de negocios de venta minorista (retails) se ve que se está sustituyendo al personal permanente por trabajadores con contrato eventual, flexibilizando el esquema laboral en un ambiente con bastante incertidumbre. A setiembre de este año el INEI dio a conocer que el empleo en Lima Metropolitana se había incrementado ligeramente en un 1,2%.
No obstante, en el mismo período los desempleados se habían incrementado en poco más de 47 mil respecto al mismo lapso del año anterior. Esto significaba que la tasa de desempleo fue del 6,4%. Otro dato sobre la condición laboral femenina estuvo referido al ingreso promedio mensual de la población femenina que creció en 9,7% (S/. 110,7) y de los hombres en 9,4% (S/. 156.9). Se colige que el ingreso promedio mensual de los hombres se ubicó en S/. 1.825 y el de las mujeres en S/. 1.252, es decir, los hombres ganan en promedio S/. 573.5 más que las mujeres.
