Al momento de planificar un nuevo año, las empresas deben considerar los costos de mantener sus activos en buena condición y con ello, su capacidad operacional.
Esto es lo que comúnmente conocemos como “costos de mantenimiento”. Sin embargo, aún existen muchos empresarios que consideran a estos costos como gastos y no como una inversión, siendo un aspecto que dejan pasar por alto, pues aparentemente sus instalaciones funcionan sin problemas.
Todo empresario debe tener en cuenta que los costos de mantenimiento no se deben evitar, ya que se trata de un trabajo de prevención de defectos que podrían generar la parada de una operación en empresas de cualquier industria. Por ejemplo, en una planta las paradas por mantenimiento representan entre 10% y 15% del tiempo efectivo de operación, mientras que con un óptimo plan de mantenimiento se puede reducir entre un 2% y 5%, lo que genera ganancias en la productividad.
“Las organizaciones deben comprender que sus instalaciones funcionan de manera menos efectiva con el tiempo. Esto debido a distintos tipos de causas como el clima, el uso diario, los sismos, entre otros. Entonces si evitan resolver estos problemas, la experiencia que otorgan a sus usuarios puede volverse desagradable, propiciar accidentes, situaciones de riesgo e insalubres, incluso poniendo en peligro la vida de muchas personas, indica Javier Ramos, gerente de Productos Auxiliares y Mantenimiento del Grupo EULEN Perú.
Entonces, ¿qué paga tu empresa cuando opta por un servicio de mantenimiento? A continuación, el ejecutivo comenta los tipos de costos que están incluidos:
Costos directos
Se trata de aquellos que están destinados a las revisiones periódicas, controles de funcionamiento y reparaciones que requieren los distintos equipos de sistemas como las escaleras y rampas mecánicas, los ascensores, etc. Es decir, que tienen relación directa con las operaciones de mantenimiento como los costos administrativos, mano de obra, de almacenamiento, tercerización, materiales y repuestos.
Estos son gastos que aseguran el mantenimiento de la empresa y la vida útil de la maquinaria y sus sistemas a mediano y largo plazo. La disminución del presupuesto en este costo fijo representa, al inicio, un ahorro para la empresa que después se traduce en mayor incertidumbre y gastos mayores para mantenerla en su nivel óptimo.
Costos indirectos
Los costos variables tienen la particularidad de ser proporcionales a la producción realizada. Entre ellos están los de mano de obra indirecta, materia prima, energía eléctrica, etc. Estos son básicamente materiales necesarios para el mantenimiento correctivo. La manera de reducir este tipo de gasto no pasa por dejar de realizar mantenimiento correctivo, si no por evitar que se produzcan averías inesperadas.
Costos de tiempo perdido
Se trata de aquellos que no están relacionados directamente con el mantenimiento, pero si están originados de alguna forma por éste, tales como: paros de producción, pérdidas en venta, despidos, entre otros.
¿Cómo evitar o disminuir estos costos?
Una alternativa que viene creciendo en Perú es el outsourcing o tercerización de servicios, en este caso, de mantenimiento más conocido con el “Facility Management”. De esta manera, la empresa centra sus esfuerzos en el core de su negocio, ahorrando costos, incrementando su productividad y minimizando los riesgos.
