Plataformas de financiamiento participativo en tiempo de crisis

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Durante la etapa de desarrollo de un negocio es usual que un emprendedor utilice su propio capital para invertir los primeros meses; sin embargo, en el camino se dará cuenta que, para seguir operando, necesita recurrir a recursos de terceros, por lo general solicitar un préstamo a una entidad financiera (bancos, cajas y/o cooperativas de ahorro y crédito)

Solicitarlo a veces resulta ser complicado y es probable que no califique. Frente a esa situación, una alternativa adicional para obtener liquidez, son las plataformas de financiamiento participativo (Crowdfunding). En el Perú, operan las plataformas de financiamiento de donaciones y las de recompensas. En ambos casos se realizan pequeños aportes monetarios voluntarios para apoyar un objetivo del emprendimiento, la única diferencia está en que el primero apoya a una causal social (www.crowdfunding.pe) y el aportante no recibe nada a cambio (salvo algunas excepciones en las que el emprendedor desea otorgar alguna recompensa) y con el segundo, se apoya el desarrollo de nuevos productos/ servicios que sí generarán ingresos, a cambio el aportante sí recibe un producto creado gracias al aporte donado. Ambas opciones pueden ayudar a beneficiar proyectos de emprendedores con un impacto positivo para la sociedad.

“En nuestra experiencia, hemos lanzado más de cuatro proyectos sociales recaudando un monto mayor a 69 mil soles que han sido destinados a apoyar emprendimientos y campañas con un alto impacto positivo para la sociedad. Nuestros filtros han permitido que los mecanismos de donación sean seguros tanto para la institución como para el donante”, comenta Elizabeth Gómez, especialista en Fintech, Relaciones Corporativas y Red de Inversionistas Ángeles de Emprende UP. Según el Decreto de Urgencia 013-2020, aún se está trabajando en la regulación de dos tipos de plataformas que son las más usadas a nivel mundial; las de préstamos y las de equity.

Ambas permitirían al emprendedor obtener financiamiento sin tener que recurrir al sistema financiero tradicional. En el primer caso, los inversores prestan dinero al solicitante de modo similar a como funciona un banco, pero la diferencia es que no es solo un inversor, sino varios los que lo prestan.

Para el segundo tipo, el emprendedor adquiere liquidez al ofrecer acciones al inversionista, usualmente no mayor al 30%, convirtiéndose en socio de la empresa. “Debido a la crisis que estamos viviendo como país, acelerar el proceso de regulación para estas dos últimas plataformas puede ser beneficioso para los pequeños y medianos negocios, sería una alternativa adicional para obtener dinero sin tener que tocar las puertas al sistema financiero tradicional. Riesgo siempre habrá, incluso para los inversionistas, pero se debe trabajar con mecanismos seguros que den confianza a ambas partes”, señala Gómez.

El uso de estas plataformas permite aportar desde montos pequeños sin restricción alguna o invertir si tenemos excedente de dinero. “Si hablamos de un proyecto social podemos donar desde pequeñas cantidades involucrando a toda una comunidad. En el caso de que las personas cuenten con un dinero extra pueden estar en la capacidad de invertir en varios emprendimientos a la vez.

Puede haber riesgo, pero la rentabilidad siempre será mayor”, agrega la especialista en Fintech, Relaciones Corporativas y Red de Inversionistas Ángeles de Emprende UP.