En la actualidad las empresas que apuestan por productos de calidad certificados y acreditados tienen mayores posibilidades de comercializarlos a nivel nacional e internacional y competir con empresas de otros países. Al mismo tiempo la organización gana credibilidad y confianza por parte de los consumidores.
Se debe tener en cuenta que el crecimiento económico no es lo mismo que desarrollo económico, para lo cual se debe contar con normas y estandarizar la capacidad productiva del país para que las empresas sean más eficientes y competitivas. Para ello se requiere personal capacitado en temas de calidad y, además, que los gobiernos impulsen las políticas de calidad a través de un ente rector. El director del Instituto para la Calidad de la Pontificia Universidad Católica, José Carlos Flores Molina, dijo que para que exista un crecimiento ordenado de la economía nacional, antes deben fijarse normas que permitan estandarizar la capacidad productiva de las empresas. En este camino, expresó que es necesario formar profesionales con amplios conocimientos en la implementación de la calidad con el fin de que se vayan incorporando paulatinamente en las corporaciones, garantizando así productos competitivos en el mercado.
PUNTO DE QUIEBRE El ejecutivo dijo que en términos de calidad el país se encuentra en un punto donde aún existe poca exigencia de parte del consumidor y preocupación por parte de las empresas para ofrecer productos y servicios que cuenten con certificados de calidad, inspección y calibración. Sin embargo, en el sector exportador está más desarrollado el tema de la calidad, por las exigencias propias de los mercados internacionales. Dijo que es importante que los entes reguladores del Estado, así como el Instituto Nacional de Calidad (Inacal), que se encarga de esta importante tarea, coordine y articule esfuerzos con el sector privado y la academia para promover y difundir una cultura de calidad en el país y que la implementación de las normas internacionales sean reconocidos en cualquier lugar. “El país requiere dinamizar su economía y elevar su competitividad, para ello el mismo productor debe ofrecer productos de calidad certificados, tanto para el mercado local como el internacional. Con ello se tendrá un solo estándar de calidad y las cadenas productivas serían más eficientes. También debe contribuir con este objetivo el Plan Nacional de Competitividad que está relanzando el Gobierno, como uno de los pilares que impulse nuestro desarrollo” manifestó.
PRINCIPALES OBSTÁCULOS
Indicó que uno de las barreras para promover una adecuada cultura de calidad es la poca conciencia que tienen algunos productores, que no están acostumbrados a cumplir con una serie de requerimientos antes que los productos salgan para su comercialización. “Es complicado instalar una cultura de calidad en una sociedad que no está acostumbrada a adquirir un producto, no sin antes que haya sido supervisado por un ente público o privado especializado, antes de su venta o servicio. Esta falta de regulación y supervisión es lo más difícil de llevar a cabo”. Aseveró que contribuyendo con Inacal vienen trabajando para instalar esta cultura desde el aparato estatal y tambien en el sector privado “Presidimos la Sociedad Nacional de Organismos Acreditados en Sistemas de Calidad (SNOASC) en la cual trabajamos junto a las entidades públicas para la implementación de programas de buenas prácticas de calidad como el ISO 9000, sistemas de gestión, y otros que se deberían promover en todos los sectores”.
CERTIFICACIONES NACIONALES
Señaló que es importante que las empresas nacionales cuenten con certificaciones que estén acreditados en el Perú, “Por ejemplo buscar una acreditación en Canadá o Europa eleva los costos del productor peruano lo cual al final le resta competitividad. La labor del Instituto para la Calidad de la PUCP es brindar capacitación y asesoría a las empresas. Hacer que esas técnicas que funcionan en otros países también se apliquen en el país y contar con casos de éxito para que sean imitadas”. Dijo que la institución apuesta por el profesional peruano, por los organismos nacionales y con ello demostrar los altos rendimientos que se pueden hacer. “Uno de los servicios del Instituto es contar con la licencia de la sociedad americana para la calidad (ASQ) para competir en el Premio Internacional a la Calidad que se hace todos los años en Estados Unidos. Es necesario demostrar que en el país hay empresas e instituciones como Reniec y Qroma que pueden competir y estar al nivel de otras de clase mundial”.
DE LA MANO CON LA EDUCACIÓN
El especialista indicó que es necesario promover iniciativas como la de Inacal que desarrolla la olimpiada de la normalización en donde participan los colegios de alto rendimiento para que que a través de varios retos los alumnos de secundaria utilicen las normas técnicas. Por ejemplo en cómo mejorar el tránsito de la ciudad o cómo evitar los accidentes caseros, entre otros, para que desde pequeños aprendan estas normas. “Sin duda que la educación y promoción a los estudiantes, universitarios y profesionales de estas técnicas de calidad nos va permitir cuestionarnos y así aplicarlos, porque solo así seremos más competitivos en el extranjero y cumplir con el consumidor nacional. Siendo formales se va garantizar que el producto o servicio que se brinda cumpla con lo que se ofrece en las etiquetas”.
En cuanto a la cadena exportadora, Flores indicó que recién se encuentra en una etapa de desarrollo y puso como ejemplo el sector agroexportador que sí cumple con los requisitos y normas de calidad que les exigen sus clientes y entidades de los países a los que exportan. Sin embargo, a veces deben buscar certificaciones en otros paises lo cual al final encarece al producto y resta competitividad. “Nuestra propuesta es la planificación de los sectores y así determinar unos pocos rubros para desarrollar laboratorios, técnicos, especialistas y así calibrar los equipos. Falta una política de Calidad del Estado, que si bien ya está planteada, falta aterrizarla y llevarla a la práctica”.
