Más del 70% de puestos directivos en el Estado son “de confianza”

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“Si no cumplen con el perfil del puesto, son un caldo de cultivo para la corrupción”, sostuvo gerente de desarrollo de la Escuela de Posgrado de la Universidad Continental, Andrés Corrales.

Los puestos de libre designación y remoción denominados “cargos de confianza” superan el 70% en las instituciones públicas del país, sostuvo Andrés Corrales Angulo, gerente de desarrollo de la Escuela de Posgrado de la Universidad Continental. Señaló que las designaciones por “confianza” no proceden de concursos meritocráticos, y por ello no garantizan, necesariamente, la incorporación de profesionales competentes para la gestión pública. “Si además no cumplen con el perfil del puesto, son un caldo de cultivo para la corrupción”, refirió.

Añadió que, en muchas ocasiones, este tipo de designaciones son funcionales para el clientelismo político. “El directivo ?que le debe el puesto a la autoridad? consciente de su falta de mérito le responde con lealtad incondicional, incluso en actos irregulares”, comentó. A ello se suma que los “puestos de confianza” suelen cambiar, casi en su totalidad, cuando se nombra un nuevo ministro o ministra, gobernador regional o alcalde, lo que genera serias consecuencias. “Cuando cambia la autoridad, cambian casi todos. Ingresan nuevos directivos con nuevas prioridades, se inicia una nueva curva de aprendizaje, se vuelve a coordinar con Stakeholders, se pierde memoria institucional. En varios aspectos se empieza de cero”, indicó.

Ante esta situación, y basado en información de SERVIR, el docente de la Escuela de Posgrado de la Universidad Continental señaló que, si bien es cierto la “confianza” no es mala en sí misma, sí requiere ser limitada en número y exigente en el cumplimiento del perfil del puesto. “Por ello, y en contexto de reformas institucionales, urge la necesidad de respaldar un cambio en la gestión de recursos humanos del Estado que impulsa SERVIR, a través de la implementación de la Ley del Servicio Civil con el propósito de contar con un servicio civil profesional meritocrático en el que solo el 20% de los directivos sean de confianza”, comentó.

En ese sentido, instó a que actores políticos, líderes de opinión y ciudadanía en general tomen conciencia de la importancia de la reforma del servicio civil. “¿Cómo podemos avanzar en inversión pública o competitividad, en infraestructura o desarrollo territorial si los directivos públicos a cargo del diseño, ejecución de las políticas, regulación o fiscalización, se encuentran en un sistema de tan baja institucionalidad? De acuerdo con la Carta Iberoamericana de la Función Pública y con la OCDE, contar con un servicio civil profesional meritocrático es una condición para el desarrollo. También es una garantía para la ciudadanía de mayor eficiencia, eficacia, integridad y vocación de servicio”, finalizó Andrés Corrales.