Hoteles “Low Cost”: cómo funciona esta tendencia global que llegó al Perú

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Cada vez se escucha más el término “low cost” en el mundo. Si bien su traducción exacta indica “bajo costo”, no se debe confundir con baja calidad.

 Este modelo se conformó en la década de los 70´s a través de algunas aerolíneas, pero volvió a tener un gran auge a mediados de la década del 2000, cuando la economía global se vio afectada y los usuarios querían seguir disfrutando de servicios de calidad sin temor a perder algunos lujos. Esto dio pie a que las empresas buscaran la forma de satisfacer la demanda de los consumidores a precios más accesibles. 

Así, uno de los sectores que se ha adaptado a la tendencia “low cost” fue el de hotelería: entendieron que había servicios de los cuales los huéspedes podían prescindir sin problemas y se enfocaron en mejorar lo imprescindible para poder reducir sus precios sin perder calidad.  Bajo este concepto, nació la cadena hotelera Ayenda en Colombia en el 2017, y arribó al Perú a finales del 2019, teniendo a la fecha 18 hoteles en Lima.

Cómo surge el modelo “low cost”

La primera referencia que se tiene del modelo “low cost” proviene de Air Southwest, la aerolínea estadounidense que, como respuesta a medidas de otras líneas aéreas, comenzó reduciendo gastos para disminuir en gran porcentaje las tarifas para sus clientes. De ahí el modelo se fue adoptando por otros sectores y adaptando a la época y, con la globalización, se ha vuelto tendencia mundial gracias a las exigencias de los nuevos consumidores, principalmente la generación millennial. 

Con su llegada al Perú, el modelo de hoteles “low cost” representa una buena alternativa para los viajeros locales que buscan opciones de alojamiento por corto tiempo con la garantía de tener los servicios básicos asegurados como, baño privado, agua caliente, Wifi, y en estos tiempos, la certeza de que el hotel cumple con los protocolos de bioseguridad frente al Covid-19.

Quienes viajan por trabajo son probablemente los más beneficiados por este modelo de hoteles, ya que cuando uno viaja por negocios muy pocas veces llega a sacarle provecho a todas las instalaciones de un hotel, y hasta en ocasiones ni siquiera da tiempo de conocerlas. 

“Así es como surge Ayenda. Nos dimos cuenta que había servicios de los cuales podían prescindir ciertos viajeros, como un restaurante o gimnasio; asimismo, nos percatamos que el cliente se sentía más satisfecho si sólo pagaba por lo que siente que en realidad va a usar. Por ello, nuestra propuesta hotelera se enfoca en mantener una excelente calidad en servicios básicos para así disminuir la tarifa considerablemente”, explica Mariana Cortés, Country Manager de Ayenda en Perú.

Cómo funcionan los servicios en un hotel “low cost”

El ofrecer espacios cómodos, independientes, con servicios de calidad y a un excelente precio ya es una ventaja, pero para que el modelo funcione, debe estandarizarse. Por ello, algo que tienen en común los hoteles “low cost” es la unificación de sus instalaciones, es decir, que todas las habitaciones en cada hotel son muy parecidas. Esto no sólo como un sello de identificación, sino como una garantía de que, sin importar el hospedaje elegido de la cadena, recibirás siempre el mismo servicio.

Asimismo, una gran ventaja de este modelo de hoteles es que está mayoritariamente digitalizado, es decir, que puedes reservar una habitación desde el celular y por diferentes canales, lo que representa ahorro de tiempo para los viajeros que, por ejemplo, deben hacer un viaje relámpago. 

Desde hace algunos años, los hoteles low cost están en auge; por ejemplo, hace un par de años en Francia ya se tenía un 24% de habitaciones low cost,  y hasta un 27% en Estados Unidos, lo que se traduce como un gran porcentaje de viajeros que prefieren estos servicios. Ahora le toca a los viajeros peruanos adoptar esta tendencia que seguirá creciendo en el mundo, como la alternativa de pagar por lo que necesitas.