Productos de Consumo: máxima eficiencia en el momento oportuno

Educacion ejecutiva
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Las actividades comerciales de la región se han visto afectadas por condiciones inéditas que han empujado a los empresarios a reinventarse para responder a sus clientes y sostener la continuidad del negocio.

Muchas de las empresas de la industria de productos de consumo son consideradas “esenciales”, especialmente en situaciones de emergencia y cuarentena como las que se vivieron en muchos países como consecuencia del COVID-19. Compañías especializadas en alimentos y bebidas o en productos de higiene no pueden darse el lujo de detener sus operaciones, aun cuando sufran enormes dificultades en sus equipos de trabajo o en sus cadenas de suministro y distribución.        

Santiago Duque, Líder del área de Pre-Ventas, SAP Latinoamérica señala que entre los desafíos que enfrenta el sector se cuenta la implementación de herramientas para que las organizaciones aceleren su camino hacia la empresa inteligente, con alta eficiencia operacional. Los procesos digitales e integrados de punta a punta, según datos de SAP, proveen hasta un 85% de reducción en el procesamiento de pedidos, un 98.9% en la precisión de inventarios y una mejora de hasta el 4% en devoluciones.

Según Frost & Sullivan, el comercio electrónico B2C en Latinoamérica superará los US$100,000 millones para 2025. La digitalización es también la vía para identificar y resolver los desafíos comerciales de la epidemia y, al mismo tiempo, para innovar y crecer.

Según e-marketer, se espera un crecimiento de 19.4% en las ventas generadas por comercio electrónico en Latinoamérica hacia 2020, impulsado mayormente por las compras en línea realizadas durante los periodos de cuarentena. A pesar de la aceleración, la tendencia ya era evidente: antes de la pandemia, SAP había detectado una brecha entre la oferta de las empresas del sector y las necesidades de sus consumidores: apenas 20% lograban satisfacer a los clientes y 63% reconocía la necesidad de generar un vínculo más significativo, aunque solo 16% tenía la aptitud para llevarlo a cabo. La economía de la experiencia gana fuerza y aquellas empresas que no refuercen sus estrategias en este sentido pueden penar en este escenario tan dinámico.

Los desafíos no son menores: alcanzar la eficiencia operacional y reforzar el vínculo con los clientes para brindarles una experiencia única. Las empresas de productos de consumo se encuentran ante la oportunidad de comenzar a orientarse hacia un propósito. La discusión ya no se trata de si un producto es bueno o malo ni si el precio es atractivo o no: lo verdaderamente importante es que las personas obtengan lo que necesitan en el momento oportuno.