Vehículos autónomos podrían comunicarse con los peatones

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Los ingenieros de Ford han realizado pruebas para averiguar si luces de colores ubicadas por encima del parabrisas podrían ser una buena solución para superar la brecha de comunicación entre los vehículos autónomos y las personas.

Los gestos con las manos y la cabeza, o las señales como el pulgar hacia arriba, ayudan a asegurar que los conductores, peatones y ciclistas sepan lo que hacen los demás. Pero, ¿cómo se comunicarán los vehículos autónomos que no necesitan de un conductor al volante con quienes los rodean?

Ford ha estado probando una alternativa que utiliza luces para indicar lo que los vehículos están haciendo y lo que van a hacer. Dicha investigación, permite a la compañía desarrollar una interfaz de comunicación que ayude a los vehículos autónomos a integrarse sin problemas con otros usuarios de las pistas. 

Para garantizar que las pruebas fueran lo más realistas y naturales posibles, la empresa creó el "Human Car Seat" o “Asiento de Auto Humano” que instaló dentro de una Ford Transit Connect. Diseñado para que pareciera un vehículo autónomo, con el conductor oculto en el asiento, los observadores podían calibrar eficazmente las respuestas hacia una barra de luces montada en el techo. Esta barra lanzaba destellos en blanco, púrpura y turquesa para indicar cuando el vehículo estaba circulando, a punto de ponerse en marcha o de ceder el paso, respectivamente.  

"Fundamentalmente, la gente necesita confiar en los vehículos autónomos y el desarrollo de un medio de comunicación visual universal es una clave para ello. Convertir a alguien en un 'Asiento de Auto Humano' fue una de esas ideas. Nos paramos a pensar y vimos que esta era la manera más efectiva de averiguar lo que necesitábamos saber", cuenta Thorsten Warwel, gerente de Iluminación Principal de Ford Europa.

Las últimas pruebas, que complementan la investigación ya realizada en los EE.UU., se llevaron a cabo en colaboración con la Universidad Tecnológica de Chemnitz, en Alemania. Los investigadores ampliaron las pruebas para comprobar la eficacia de otros dos colores, además del blanco. Probaron también la ubicación de las luces en el techo (en las pruebas de EE.UU. se colocaron en la parte superior del parabrisas). Por último, realizaron indicaciones desde más lejos, utilizando las luces hasta a 500 metros de distancia.

 

 

Las pruebas mostraron que el 60% de las 173 personas encuestadas pensaba que se trataba de un vehículo autónomo, después del encuentro con la Transit Connect. Junto con las reacciones observadas de otras 1.600 personas, el color turquesa -más visible que el blanco y menos confundible con el rojo que el púrpura- resultó ser el color preferido. También hubo un alto nivel de aceptación y confianza en las señales, lo cual proporciona una base a partir de la cual los investigadores pueden desarrollar y perfeccionar el lenguaje visual.