La demanda de productos orgánicos en el mercado nacional genera nuevas oportunidades para la agricultura familiar
El Ministerio de Agricultura y Riego – MINAGRI, informó que cerca de 30 mil productores y sus familias que vienen trabajando con la Asociación Nacional de Productores Ecológicos – ANPE, serán los primeros beneficiados con el nuevo sistema de certificación de la producción orgánica denominado Sistema de Garantía Participativa – SGP.
Con las nuevas facilidades en costo y rapidez en la certificación de la producción orgánica que brinda este nuevo sistema, los productores certificados podrían llegar a sumar medio millón en tres años. Hasta el momento, con los organismos de certificación autorizados por el Servicio Nacional de Sanidad Agraria – SENASA, el Perú cuenta con 103,554 productores certificados en producción orgánica destinada mayormente al mercado internacional. Al incluir el SGP como un sistema de certificación, se estima que se incrementará de manera significativa el número de productores que busquen la certificación orgánica para el mercado interno.
Con la aprobación de la Ley 30983 que modifica la Ley 29196 de promoción de la producción orgánica o ecológica, se ha establecido que los SGP serán autorizados y fiscalizados por el SENASA, siempre que cumplan las condiciones, requisitos y obligaciones que establece la norma correspondiente. Además, se espera que los SGP ofrezcan sus servicios con costos asequibles a los pequeños agricultores orgánicos.
Antes, por ejemplo, debían juntarse de 500 a mil productores para alcanzar menores costos en el servicio de certificación. Hoy, los pequeños productores podrán articularse a los mercados con sus productos orgánicos con una certificación de bajo costo. El interés de los consumidores internacionales de productos orgánicos peruanos se centra en el cacao, café, banano, castañas y granos andinos como la quinua. Mientras que el consumidor nacional prefiere las frutas y hortalizas. La producción orgánica usa métodos naturales para combatir las plagas, evita insumos externos, como fertilizantes y plaguicidas sintéticos para realizar una producción en armonía con el ambiente y reducir los riesgos a la salud humana.
